El Viaje del Examen (試練の旅, Shiren no Tabi) es el episodio #466 del anime Naruto: Shippūden.
Sinopsis[]
Aviso: Esta sección del artículo revela parte de la trama de la serie que tal vez no quieras saber. |
Asura se encuentra acostado, observando el cielo mientras piensa en cuánto ha cambiado Indra; no sólo en lo estricto, sino en que los demás se están alejando de él; repentinamente, aparece diciéndole a Asura que lo estaba buscando, quien le pregunta si ya terminó la lección de hoy; a lo que Asura le responde que decidió saltársela, ya que después de todo, Indra heredará el ninshū. A continuación, le pregunta si necesita algo; a lo que, seguidamente, lo lleva al bosque para pedirle que derribe varios árboles con su ninshū porque si abren un camino por ahí, tendrían un pasaje para los campos y sería de mucha ayuda para su madre. Asura no duda en usar su ninshū para derribar los árboles y abrir el paso, y recibiendo las gracias. Posteriormente, Indra arresta a y lo mantiene atado y golpeado, estando también Hagoromo de testigo. Asura, sorprendido, le pregunta a su hermano qué está pasando; a lo que éste le responde que cortó varios árboles para su propio beneficio, ya que la ley dice que los bienes de la aldea pertenecen a todos sus habitantes, y siendo también culpable Asura. Indra le dice a su hermano que confía demasiado en las personas y que lo engañó para que fuera su cómplice. Asura le pregunta si le estaba mintiendo; a lo que le responde que su madre está enferma y que necesitaba las medicinas con urgencia y se disculpa con Asura por haberlo involucrado. Asura le preguntó por qué no le dijo la verdad para haberla ayudado con el ninshū; a lo que Taizō le responde que ella odia el ninshū y que el mundo no lo necesita. A Indra le da igual la situación, imponiendo la ley, y le dice a Asura que, como no sabía nada, omitirían su crimen por esta vez. Hagoromo le pregunta a su hijo si no cree que está exagerando, y que deben ser prudentes a la hora de juzgar a los demás. Indra le responde estar consciente de ello, pero que deben castigar los crímenes con decisión para prevenir que se cometan nuevos crímenes.
Entrada la noche, en una cueva, se encuentra Taizō encarcelado. Repentinamente, aparece Asura y le dice que lo liberará y que, después, asumirá la responsabilidad. Cuando los dos están saliendo, se percatan de que Indra está en frente de la entrada de la cueva, quien le pregunta a Asura qué es lo que quiere hacer con Taizō. Asura le pide a su hermano que perdone a Taizō, ya que no lo hizo con mala intención, pero Indra sigue recalcando el cumplimiento de la ley. Asura le dice que hubiera bastado con una advertencia; a lo que Indra le responde que eso no lo decide él y lo mira con su Sharingan de manera amenazante. Asura le dice a Taizō que se ocupará de su hermano y aproveche para escapar. Mientras Taizō escapa, la pelea de Indra y Asura comienza. Indra da el primer golpe, el cual logra esquivar Asura saltando, en lo que aprovecha para pedirle a su hermano que se detenga, pero Indra responde con un rodillazo que manda a volar a Asura y lo hace chocar contra un árbol. Indra le pregunta a su hermano para qué existe la ley, para qué existe el poder del ninshū y le dice que si no es capaz de darle una respuesta, que se limite a hacer lo que él diga y que reflexione al respecto. Acto seguido, se va. Entre las sombras, Hagoromo observaba todo lo que sucedía.
Ya siendo de día, Asura visita la tumba de Shiro, llegando Hagoromo, poco después, para acompañarlo. Asura le dice a su padre que hoy era el aniversario de la muerte de Shiro, y que si no fuera por él e Indra, estaría muerto. Y que si vive, es por la fuerza de los demás. Hagoromo le reconoce a su hijo que posee un gran corazón y que es lo opuesto a Indra. Sin embargo, Asura dice que Indra es superior en todo y que, con el poder que tiene, puede hacerlo todo solo. Hagoromo le dice que ése exactamente es el motivo y le pregunta a Asura qué piensa de los ojos de Indra; a lo que sólo le responde que el Sharingan impresiona mucho. Con esto, Hagoromo se da cuenta de que el poder ocular de Indra no tiene efecto en Asura, a quien le dice que los ojos de Indra tienen una frialdad tan desagradable que ni siquiera él puede leer, y que cuando los ve, le recuerdan a los ojos de Kaguya- Asura le pregunta si esto se debe a que Indra ve cosas que los demás no ven, siendo estas cosas superiores la razón del ninshū, el futuro, y que no lo sabría, ya que no tiene Sharingan, pero que el día en el que él y Shiro lo salvaron, Indra fue bueno, y que está seguro de que su auténtico ser no ha cambiado desde aquel día, y que debe reforzar su aprendizaje para ser capaz de ayudar a Indra. Hagoromo narra que, desde aquel momento, comprendió la frase de que los hijos son un regalo del cielo.
Tiempo después, Hagoromo convoca una reunión en la que, finalmente, elegirá a su sucesor. Las personas conjeturan que si se eligiera al sucesor sólo por su talento en el ninshū, la respuesta clara sería Indra. Ya entrada la reunión, estando todos presente, Hagoromo dice cómo elegirá al sucesor del ninshū, entregándoles un pergamino a Indra y a Asura por separado, y explicando que, cuando Kaguya fue sellada, quedaron restos del Diez Colas dispersos por todo el mundo, que se encargó de la mayoría en sus viajes y que esos pergaminos describen los lugares en los que aún no se ha encargado, encomendándoles a Indra y Asura la misión de resolver los problemas que hayan ocurrido en aquellas tierras. Y que cuando vea los resultados, decidirá a cuál de los dos confiarle el ninshū. Asura le pregunta a su padre que por qué hace esto, ya que él no tiene ningún talento para heredar el ninshū y que jamás pensó que tendría posibilidad y que le bastaba con seguir a su hermano. Hagoromo afirma su decisión y que todo quedará claro cuando vea cómo se comportan ambos cuando salgan al mundo.
Comenzado el viaje, Asura le pregunta a Indra que por qué su padre hace esto; a lo que le responde que no se preocupe, que muy pronto él también lo comprenderá. Terminada la frase, ambos toman caminos separados. Observando a la distancia, Gamamaru le dice a Hagoromo que el hijo menor, al parecer, desarrolló una naturaleza amable, pero que el mayor heredó el poder del Sharingan, y que puede que cuando Asura piense en el poder de Indra, no regrese a la aldea. Hagoromo le responde que eso lo verá en el momento. Gamamaru le pregunta si hasta el punto los podrá a prueba, pero Hagoromo le responde que no es que quiera ponerlos a prueba, reconociendo que el hijo mayor tiene un poder magnífico, pero por algún motivo, no cree en el amor, y que el menor tiene poco talento, pero su corazón está lleno de amor, y que así verán cuánta es la influencia que tiene en su viaje por el mundo, ya que para avanzar en el ninshū, hace falta del poder y del amor, que los dos crecerán en este viaje y que lo único que desea es que ambos sean capaces del ayudar al ninshū.
Mientras, Asura camina en el bosque, le dice a una persona que está escondida que salga, siendo ésta, Taizō, quien se sorprende de que lo haya descubierto. Asura le pregunta si está mejor, afirmándoselo a Taizō y agradeciéndole por haberlo ayudado la otra vez. Asura le pregunta que ahora qué quiere; a lo que Taizō le responde que, desde que lo salvó, se ha estado escondiendo en un cabaña en las montañas con Gasuka y Edashi, quienes le dijeron sobre el viaje que decidiría el destino del ninshū y que cuando se enteró, quiso pedirle acompañarlo. Asura le pregunta a Taizō sobre el estado de salud de su madre, quien le responde que ya está bien, que las medicinas hicieron efecto y que cuando le habló de él, le dijo que tenía que ayudarlo como fuera; cosa que sorprende a Asura, sabiendo que ella odia el ninshū. A lo que Taizō le dice que eso no tiene nada que ver y que por encima de eso, está el deber de ayudar a los demás. Asura le dice que tardará mucho en volver a la aldea y que seguro Indra resolverá esa prueba fácilmente, y que si él no vuelve, seguramente, Hagoromo elegirá a Indra como su sucesor. Taizō reconoce esta actitud como muy propia de Asura y le pregunta a dónde piensa ir y recordándole que su padre le dijo que también ayudara a la gente en el viaje; a lo que le responde Asura que, por lo pronto, partirán y pensarán en algo.
En el camino hacia su destino, en el que Asura y Taizō se encontraron con una tormenta de nieve en las montañas, una tormenta de arena en el desierto. Y al acercarse al destino, se quedan sin agua en medio de un desierto de rocas. Asura le dice a Taizō que no se preocupe, ya que sabe utilizar el viento, y que están cerca del Shinju, el cual puede percibir en su chakra, que su padre le dijo que el chakra del ninshū es una fuerza que proviene del Shinju. Estando al pie de un barranco, ambos divisan la aldea de destino. Mientras caminan, Asura se sorprende de encontrar una tierra tan próspera en medio del páramo; a lo cual Taizō le pregunta si es en esta tierra en donde Hagoromo le dijo que tienen problemas. Asura se detiene, sorprendiendo a su compañero, y le dice que están rodeados. De entre los árboles, aparecen varias personas armadas con herramientas de campo y les preguntan quiénes son. Asura les dice que sólo están de paso; cosa que no convence a los campesinos, que les responden que, últimamente, hay muchos ladrones que buscan robar en su tierra; a lo cual Asura les responde que no son ladrones y que confíen en ellos. Haciendo caso omiso, los campesinos los atacan. Sale huyendo para subirse a un árbol mientras Asura intenta convencerlos de que no peleen. una mujer que está entre ellos les dice que se marchen de su tierra, mientras un campesino intenta golpear por detrás a Asura con una pala, la cual logra esquivar, pero la mujer termina recibiendo el golpe en el hombro derecho. Asura intenta ayudarla, pero ella se muestra renuente a su atención. No obstante, Asura continúa y usa su habilidad para curarla. Llega un anciano preguntando qué pasó y aclarándose como el jefe de la aldea.
Luego de todo el alboroto, el jefe de la aldea invita a Asura y a Taizō a comer, a modo de disculpa, por el incidente anterior. Asura le dice al jefe que lo sorprende que haya una tierra tan fértil en medio del páramo. El anciano le dice que la aldea es especial, y que disfruten de la comida. Luego de lo cual, se marcha. Al día siguiente, Asura y salen de la casa, en la que se encontraban hospedados, en la madrugada. Reconoce que la tierra es próspera y que cree que no hay ningún problema. No obstante, Asura le dice que percibe algo (chakra), en la dirección, apuntando hacia una colina, y podría ser el Shinju. En el camino de subida de Asura y Taizō por la colina, se encuentran con dos vigilantes que los detienen. Asura intenta explicarles la situación, pero ellos le responde que el jefe dice que nadie puede acercarse y les ordenan que se marchen. Mientras bajan la colina, Asura y Taizō sospechan que algo está sucediendo, para luego, a la mujer del día anterior subiendo, quien se encuentra con ellos. Taizō le pide que los ayude como guía, pero ella interrumpe, presentándose ante Asura como Kanna y preguntándole si es médico. A lo que Taizō le responde que él una el ninshū. Ante eso, Kanna le pregunta a Asura que, si con eso, puede curar enfermedades y le pide que lo acompañe. Kanna lleva a Asura y a Taizō a un sanatorio, y le pide que cure a su madre. Tras verla Asura, él nota que se encuentra pálida y le han crecido raíces en los dedos de las manos. Kanna le explica que perdió la conciencia. Al tocarla Asura, siente un chakra muy poderoso y cree que podría estar relacionado con el Shinju. Asura intenta curarla, pero es inútil, disculpándose con Kanna y preguntando si a todos les está sucediendo lo mismo, siendo confirmado por ella. Abre la entrada del sanatorio para revelarle a Asura una gran cantidad de tumbas, decidiendo Asura que deben volver a la colina. De vuelta con los dos guardias, Asura se aparece por detrás de ellos e intenta dormirlos, haciendo un sello de manos, pero no es efectivo. No obstante, Taizō y Kakka los noquean, siguen el camino, y al llegar a un punto de la colina, se encuentran con una raíz gigante, estando debajo de ella una cueva a la que entran, descienden y descubren. Kanna les dice que, de acuerdo a la leyenda, este lugar acabó así por el Gran Shinju, descubriendo al fondo un gran pozo y aclarando todas las dudas de Asura.