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El Decisión de Asura (アシュラの決意, Ashura no Ketsui) es el episodio #467 del anime Naruto: Shippūden.

Sinopsis[]

Kakashi Icha Icha Aviso: Esta sección del artículo revela parte de la trama de la serie que tal vez no quieras saber.

Asura le revela a Kanna que lo que se encuentra en el lago subterráneo, es lo que está creciendo en los enfermos, que la savia del Shinju está empapando esta tierra, la cual nutrió el páramo hasta crear un oasis en su centro. Taizō le pregunta a Asura si, en Shinju, recobró todo su poder; a lo que éste le responde que no, pero está reviviendo poco a poco y que el verdadero problema es que está intoxicando a la gente, ya que cuando la gente y los animales consumen los productos de la aldea, la savia del Shinju se va acumulando en ellos y enfermando; cosa que asusta a Taizō, ya que comió mucho de ello, pero Asura lo tranquiliza, ya que su jutsu puede curar una cantidad tan pequeña, pero no cuando se acumula durante mucho tiempo. Taizō aclara que el hecho de que el jefe de la aldea pusiera guardias, significa que él también lo sabía.

De vuelta a la aldea, Asura decide hablar con el jefe, quien le pregunta por qué tiene tanto empeño en descubrir el secreto de su pueblo. Asura se disculpa y revela que, en la aldea del ninshū, le dijeron que viniera a este lugar, lo cual sorprende al jefe, que pregunta si él es de ese clan que hace casi veinte años casi destruyeron la Tierra, confirmándolo Asura, y continúa diciendo que ese árbol es un espíritu maligno que trajo la ruina a la Tierra y, por eso, tiene poder, y le dijeron que tenía que hacer algo, ya que el árbol es una droga, siendo evidente que su poder vuelve fértil la tierra, pero lo hace a costa de sus aldeanos y si no hacen algo pronto... El anciano se muestra consciente de ello, pero no puede darles el permiso de acabar con el árbol, ya que su poder llegó a esas tierras hace decenas de años que, hasta entonces, eran un páramo desierto, que todos los años sufrían sequías que traían consigo un sinfín de muertos. Asura le pregunta al jefe si intentaron cavar pozos, pero éste le revela que fue inútil, que lo intentaron hace mucho tiempo, pero por más que cavaban, el duro lecho de rocas de debajo de la tierra lo impedía, y le pregunta a Asura qué sería de ellos, si pierden el árbol, ya que no puede pedirle a los aldeanos que vuelvan a los días en que tenían hambrunas. Y de saber la verdad, tampoco lo aprobarían. Luego les pide a Asura y Taizō que no se involucren en este asunto y que lo mejor es que se marchen cuanto antes. Ya entrada la noche, Asura le pregunta a Kanna qué piensa, ya que, tarde o temprano, ella también acabará intoxicada por el Shinju. Ella le pregunta qué quiere que piense, ya que no pueden ir a ninguna parte y sólo pueden aguantar. Asura decide hablar con los aldeanos y preguntarles si ya sabían la verdad sobre el Shinju, revelando que es la causa de la enfermedad de quienes están en el sanatorio y que si siguen confiando en su poder, tarde o temprano, caerán enfermos. Sin embargo, los guardias que estaban en la colina le dicen que no lo escuchen, ya que proviene de la aldea del ninshū y que después de destruir el mundo, ahora quieren quitarle el Shinju; cosa que molesta a los aldeanos, y terminan arrojándoles piedras a Asura y a Taizō, y diciéndoles que se larguen, obligando a los dos a irse mientras Kanna los observaba a la distancia.

En la aldea del ninshū, Futami se preocupa por el bienestar de Indra y Asura, mientras que, en la casa de Hagoromo, él se encuentra hablando con Gamamaru, que le pregunta a dónde envió a los dos hermanos. Éste le responde que los envió a aldeas que tienen el mismo problema, aunque él también quisiera saber cómo se resuelve. Gamamaru le pregunta si ya decidió cuál de los dos será su sucesor, respondiéndole que aún no está decidido, argumentando que Indra es excelente, pero que se apresura a solucionarlo todo por su cuenta y que Asura es bondadoso, pero nunca quiere ponerse al frente. Los dos crecerán en este viaje, y que si ambos logran apoyarse entre sí, no tendrá ninguna queja; Hagoromo le pregunta a Gamamaru si tuvo otro sueño; éste le dice que si es sobre su futuro y que, si es así, querría que se lo dijera, pero que no sería justo, ya que es Hagoromo el que debe elegir a su sucesor. Acto seguido, Gamamaru decide despedirse, pero antes, Hagoromo le dice que no interfiera con los viajes de Indra y Asura, yéndose el sapo por una gran tinaja.

En la aldea en la que se encuentra Indra, éste les dice a los aldeanos que, en el fondo, no se puede tomar ninguna decisión con ellos. Al mismo tiempo, en la aldea que le correspondió a Asura, él observa el pueblo a la distancia. Taizō le dice que ya deberían irse, que ahora pueden seguir viajando sin preocupaciones, pero Asura se encuentra dudoso; cosa que molesta a Taizō y le dice que si le preocupa tanto, que se escabulla y destruya el árbol con su poder. A lo cual Asura le responde que ésa no es la cuestión de la gente de la aldea. Taizō le dice que sufrirán, pero si no lo hace, morirán. Asura afirma recordar que su padre no le dijo que tuviera que erradicar al Shinju y que sólo le dijo que resolviera los problemas, ocurriéndosele que, para resolver los problemas de la aldea, debe cavar un pozo; cosa que deja estupefacto a Taizō, quien le recuerda que el jefe le dijo que la roca es tan dura que no pudieron excavar pozos. A lo cual Asura le responde que su padre le dijo que no hay una guía sobre cómo usar el poder del ninshū que se les confió y el cómo lo utilicen será la decisión de sus corazones. Ya decidido Asura, está listo para resolver el problema y lo logrará sin importar cuánto le tome. De vuelta a la aldea del ninshū, Indra regresa de su viaje, siendo recibido por sus habitantes. Indra le pregunta a Futami sobre Asura; a lo que le responde que todavía no regresó.

Kanna está descendiendo por la cortina cargando leña y se percata, a la distancia, de la presencia de Futami y Asura. Kanna corre a ellos y les pregunta qué están haciendo. Asura le responde que está cavando un pozo, ya que si tuvieran agua, no dependerían del Shinju. Kanna le dice que es una locura, ya que lo intentaron durante años, pero no salió agua; cosa que también le había dicho Taizō. Asura responde que da igual si puede o no, ya que dijo que lo haría. Y reanuda su labor, rompiendo las rocas con una esfera de chakra.

En la aldea del ninshū, Indra se presenta ante su padre, dándole Hagoromo la bienvenida y preguntándole por el asunto y si hubo algún problema. Indra le responde que ninguno, que la calma regresó a la aldea. Futami le pregunta a Hagoromo que si por Indra regresar primero, lo haría el heredero del ninshū. Cosa que Hagoromo niega, ya que no pidió celeridad y que esperarán el regreso de Asura. Hasta entonces, tomará su decisión, estando Indra de acuerdo con ello. Indra camina en el bosque de noche y escucha una voz familiar, quien le pregunta por su actitud, y que creyó que él vendría a verlo. El portador de esta voz se aparece por detrás de Indra y le dice que lo sabe todo, que actuó tal como quería Hagoromo, pero que no está satisfecho, ya que el futuro del ninshū con el que sueña Hagoromo no es el de Indra; cosa que pone pensando al Ōtsutsuki.

En la estación de invierno, Indra entrena a dos discípulos, a los que ya entrada la primavera, él reconoce su mejora. Ellos le juran su lealtad. Futami le recuerda a Hagoromo que ha pasado un año desde que Asura partió en su viaje y aún no ha vuelto. Le aclara que los discípulos están confundidos y que es hora de que elija a su sucesor. Hagoromo es consciente de ello. Futami le responde que nadie se quejaría si elige a Indra y le pregunta por qué esperar el regreso de Asura. Hagoromo le dice que no se preocupe, que Asura volverá muy pronto. Inmediatamente, llegan aldeanos para comunicar el regreso de Asura, haciendo lo mismo respectivamente con Indra. A la entrada de la aldea, la personas observan que Asura no está solo y notan acompañantes desconocidos, reconociendo solamente a Taizō. También llega Gamamaru, saliendo con esfuerzo de la tinaja, quien reconoce la gran cantidad de tiempo que le tomó a Asura, pero diciendo que hizo algo impresionante Hagoromo le recuerda a Gamamaru que le dijo que no interfiriera; a lo cual el sapo le responde que solo estuvo observando y que hay algo que cree que le gustaría saber respecto a la aldea de Indra. Futami le da la bienvenida a Asura y a sus acompañantes, y le dice que Hagoromo lo espera. Asura cree que Indra era el que lo esperaría y dándose cuenta de que su padre aún no ha elegido a un sucesor, Futami le responde que estuvo esperando su regresos todo este tiempo.

Dentro de la casa de Hagoromo, todos se encuentran reunidos, estando Indra sentado frente a su padre y sentado en el lado izquierdo. Asura llega con sus acompañantes, y disculpándose con Indra por la demora, ya que necesitó de mucho tiempo para resolver el problema de la aldea a la que fue. Hagoromo le pregunta a Asura sobre sus acompañantes; a lo que le responde que son de la aldea, y que todos ellos lo ayudaron, siendo ahora compañeros muy importantes para él. Kanna dice que, cuando conocieron la historia de la aldea, quisieron venir a verla a toda costa y, por eso, vinieron con Asura, dándoles Hagoromo la bienvenida y esperando la historia de Asura. Asura narra que la aldea a la que fue dependía del Shinju y, por eso, decidió cavar un pozo. Kanna acudió con el líder y los aldeanos para pedirles ayuda, viniendo ellos con herramientas, lo cual pudieron notar Taizō y Asura mientras cavaban. Taizō cree que volvieron para arrojarles piedras de nuevo, pero Asura lo detiene. Los guardias con quienes se habían encontrado antes, inician ofreciendo su ayuda y pidiendo si es posible que les enseñen el ninshū. Asura, sonrojado, da respuesta positiva; más adelante, Asura, junta a los aldeanos, para formar un círculo en el que todos formen una cadena con las manos unidas mientras están sentados, estando también Taizō. Les empieza a enseñar a los hombres manipulación de la naturaleza elemental y a las mujeres el Jutsu: Palma Mística. Todo lo acontecido es observado a la distancia por Gamamaru, sin que lo sepan; ahora, todos están usando sus nuevas habilidades adquiridas para trabajar juntos en la excavación del pozo. Asura les dice que se detengan y afirma que escucha algo proveniente del subsuelo. Entonces, junta una esfera de chakra y golpea en el punto preciso sin detenerse hasta que atraviesa algo y comienza a salir agua, la cual comienza a ascender. Y los aldeanos empiezan a celebrar, abrazando Kanna a Asura. Ahora, en el sanatorio, Asura empieza a curar a la madre de Kanna, junto a ella y compañía, haciendo que ella, finalmente, recupere la conciencia. Una vez curados los enfermos, los aldeanos queman la raíz del Shinju, librándose así del problema. Una vez terminada la anécdota, Hagoromo reconoce la contribución del ninshū, estando ahora listo para nombrar al sucesor del ninshū.

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