Mujō (無常, Mujō) es el amo del Castillo Hōzuki.
Historia[]
Apariencia[]
Mujō es un hombre de mediana edad alto y delgado, de tez pálida. Tiene una cabeza llena de cabello gris con flequillo que cuelga sobre el ojo izquierdo y también luce una barba abundante pero bien cuidada con un bigote de mancho. Tiene fuertes líneas de lágrimas debajo de los ojos y pómulos pronunciados. Llevaba una especie de traje con un cinturón marrón y una hebilla plateada. También llevaba botas marrones.
Personalidad[]
A pesar de su trabajo como maestro de prisión, Mujō cree que la rehabilitación es posible incluso para los peores criminales. También es un hombre desinteresado; a pesar de que Kusagakure no estaba interesado en ayudar a otras aldeas en asuntos que no les afectaban, Mujō ofreció a Konohagakure algo de ayuda para coordinar una misión para proteger al posible informante. Tampoco tolera que ninguno de sus subordinados abuse de sus autoridades, ya que rápidamente despidió a Benga al descubrir que solicitaba sobornos a los reclusos y extendía las condenas por sus propios motivos. Parece tener una afección cardíaca, por lo que debe tomar medicamentos en todo momento.
Tercera Parte[]
Arco de los Bandidos Mujina[]
Cuando Boruto Uzumaki y Mitsuki fueron enviados a prisión como criminales buscados, Mujō fue el primero en saludar a todos los nuevos presos, les explicó la naturaleza de su encarcelamiento y los marcó a todos con su técnica antes de irse y dejar que Benga se hiciera cargo de la explicación. En secreto, Mujō estaba trabajando en alianza con Konohagakure.
Después de enterarse de que uno de los prisioneros del Castillo Hōzuki era un desertor de los infames y escurridizos Mujina Bandits, Kokuri, quien estaba dispuesto a dar información sobre la pandilla a cambio de protección de ellos, Naruto Uzumaki se acercó a su antiguo conocido en Mujō en busca de ayuda. Con la influencia del alcaide, pudieron pasar de contrabando a Boruto y Mitsuki con identidades falsas mientras aplicaban una marca falsa a los dos genin para que pudieran seguir usando su chakra. Cuando Sarada Uchiha se infiltró en la prisión como estudiante de periodismo que investigaba la prisión, Mujō habló con ella y lamentó no poder ofrecer más apoyo a su misión.
Después de que Kokuri fuera misteriosamente atacado por un prisionero, Sarada solicitó que Mujō transfiriera a Kokuri a la celda de Boruto y Mitsuki para protegerlo. Sin embargo, aunque Mujō accedió a ayudar, su posición en el castillo era más un testaferro que una autoridad real, ya que Benga, el oficial en jefe, tenía la última palabra y declinó la solicitud. Al darse cuenta de que necesitaban presionar a Benga de alguna manera, se enteraron de que Benga estaba aceptando en secreto varios sobornos de los prisioneros para solicitudes especiales. Sarada encontró un diario de sus tratos y se lo presentó a Mujō. Usando esta influencia, Mujō tenía la autoridad para tomar el mando completo de la prisión, trasladando con éxito a Kokuri a la celda de Boruto y Mitsuki.
Más tarde, Mujō recibió la confirmación de Kusagakure de que Kokuri sería puesto en libertad condicional. También se enteró de que Benga había abusado repetidamente de su autoridad para extender la pena de los presos. Decidiendo que Benga era demasiado amoral para tener alguna autoridad, Mujō lo despidió. Sin embargo, antes de que pudiera informar a alguien de esto, su condición cardíaca se estropeó. Al ver esto como su oportunidad de salvar su posición y tomar la autoridad total de la prisión, Benga le quitó la medicina a Mujō de su alcance, observando con aire de suficiencia cómo Mujō se derrumbaba y era llevado al ala médica.
Más tarde, Mujō se recuperó por completo y, tras la muerte de Benga, fue restaurado a su posición en el castillo de Hōzuki, lo que le permitió retractarse de las extensiones de sentencia ilegales de Benga.
Habilidades[]
Ninjutsu[]
Transformación de la Naturaleza[]
Mujō utiliza el lanzamiento de fuego oculto de su clan. Combinándolo con Juinjutsu, puede marcar a las personas, bloqueando su capacidad para moldear el chakra y aún más, evitar que el objetivo abandone un cierto radio sin estallar en llamas. Además de que esta técnica es el punto de enfoque para mantener a los prisioneros encerrados en el Castillo Hōzuki, él es lo suficientemente hábil como para fingir una aplicación de esta técnica frente a otros empleados de la prisión sin que sospechen nada. Además, como guardián del Castillo Hōzuki, tenía acceso a su invocación: un sabueso de dos cabezas que escupe fuego transmitido de un guardián a otro, utilizado para cazar a los prisioneros que intentan escapar.
Referencias[]
- ↑ Boruto: Naruto Next Generations (Anime) Episodio #141.