Madara Uchiha fue el tercer Jinchūriki del Diez Colas. Luego de sellar a la bestia dentro de sí mismo, la ya inmensa fuerza e inmensas reservas de Chakra de Madara aumentan increíblemente gracias al poder de la bestia. El Uchiha logró sellar al Diez Colas dentro de sí mismo utilizando el mismo Jutsu de Sellado que utilizo Obito Uchiha para retener a la bestia dentro de él.
Transformación del Sabio de los Seis Caminos[]
Tras haber sellado al Diez Colas dentro de sí mismo, Madara sufre una serie de cambios en su cuerpo entre los cuales resaltaba que su pelo se volvió castaño rojizo (blanco en el anime) y su piel adquirió una tonalidad grisácea. Es envuelto por un manto de Chakra, le salen seis magatamas en su pecho, además de una serie de magatamas en la espalda, 9 pequeños y uno grande con la forma del Rinnegan, pero con dos líneas a los lados. Debajo de su manto de Chakra, posee un traje negro incluyendo los pantalones, guantes y botas del mismo color, además en su frente gana una placa ósea curva hacia la derecha con un cuerno a la izquierda, parecida a la banda utilizada por Jiraiya, dándole una apariencia más parecida a la del Sabio de los Seis Caminos. Además, Minato Namikaze señaló que su poder es mucho mayor del que había demostrado Obito. A diferencia de Obito, Madara no tuvo problemas en controlar por completo al Diez Colas.
En esta forma, al igual que Obito, Madara obtuvo la capacidad de levitar. Además, es capaz de defenderse de poderosos shinobis expertos en Taijutsu como lo es Might Guy mientras este se encontraba utilizando la Séptima Puerta Interna e incluso soportar el Tigre del Mediodía algo que ni anteriormente su Susanoo pudo tolerar, así como también un solo impacto del Elefante del Ocaso sin mucho daño. Su velocidad también aumentó, ya que fue capaz de contrarrestar rápidamente el Jutsu del Dios Trueno Volador de Minato mientras se encontraba en Modo Sabio, además de que al mismo tiempo detuvo el intento de Kakashi Hatake de utilizar el Kamui.
Madara también es capaz de producir la sustancia negra en forma de esferas de Chakra las cuales flotan detrás de él en forma de halo. Estas esferas son muy maleables por lo que pueden ser convertidas en cualquier tipo de arma, como Madara lo demuestra creando un Shakujō, pero con su círculo incompleto, así como también poder crear escudos, además puede lanzar sus esferas de chakra contra un objetivo. Al tener un control total sobre el Diez Colas, Madara puede aplicar el Elemento Yin-Yang en las esferas de chakra lo que les da la capacidad de anular cualquier tipo de Ninjutsu, tal y como lo hizo cuando cortó el brazo del resucitado Cuarto Hokage con su Shakujō impidiendo que este se regenerara. Su capacidad de regeneración se ha vuelto increíblemente rápida y efectiva gracias al Diez Colas, pudiendo regenerar completamente hasta uno de sus brazos después de ser atacado por la Polilla Nocturna.
Luego de absorber al Dios Árbol, Madara obtiene una nueva transformación en la cual aparecen más magatamas en sus mangas y al final de su manto, esta transformación es similar al manto que llevaba la madre de Hagoromo Ōtsutsuki, Kaguya Ōtsutsuki. Madara en esta nueva forma utiliza el Senjutsu de los Seis Caminos y en combinación con el Elemento Yin, pudo crear y liberar una gran cantidad de relámpagos altamente destructivos provenientes de sus manos, además utilizando dicho Senjutsu fue capaz de recrear el Elemento Tormenta, y con él, poder lanzar un poderoso rayo de energía.
Tras recuperar su Rinnegan izquierdo, Madara se acercó a la Luna, despertando el Rinne Sharingan, con el cual es capaz de proyectar el Tsukuyomi Infinito en la Luna. Además, haciendo uso de su Rinne Sharingan, Madara pudo manipular las raíces de Shinju y expandirlas por todo el planeta, las cuales procedieron a tomar a las personas envolviéndolas tomando su fuerza vital y uniéndolas al Dios Árbol.