Yoruga (ヨルガ, Yoruga) fue un shinobi del País de la Niebla y el hermano menor de los cuatrillizos.
Apariencia[]
Yoruga tenía un cabello que le llega al final del cuello con dos mechones que van enfrente de sus orejas; su color de pelo es de un morado oscuro. Llevaba un pendiente con forma de cilíndrica de un color azul cristalino en su oreja izquierda.
Personalidad[]
Como sus hermanos, Yoguga era un hombre sumamente comprometido. De buena gana se sacrificaría por sus hermanos y su misión. Esto vino de las dificultades de su infancia. Al apreciar lo que es sufrir en la vida, atesoraba cualquier pequeña paz de alegría que pudiera tener. De sus hermanos, Yoruga era aparentemente el más alegre y relajado, siempre recordando buenos recuerdos y ansioso por hacer nuevos. Su amor por sus hermanos y su país era tan grande que enfrentaría su inminente desaparición con una actitud aún despreocupada.
Tercera Parte[]
Arco de la Actuación de Kara[]
A Yoruga y sus hermanos se les dio la misión de recuperar las células del Primer Hokage Hashirama Senju, que llegó al mercado negro en la Tierra del Silencio. Usando sus disfraces femeninos, Yoruga y sus hermanos intentaron seducir a Kirisaki para conocer la ubicación de la celda. Sin embargo, perdió interés cuando Boruto Uzumaki llegó él mismo tomando la apariencia de una mujer.
Al presenciar a Boruto y sus camaradas llevándose a Kirisaki inconsciente, Yoruga y sus hermanos los rastrearon para saber que Sakuya tenía la celda en su poder. Al ver que no había forma de eludir la barrera ninjutsu del castillo, Yoruga decidió sacrificarse usando su kinjutsu para permitir que sus hermanos entraran a la barrera. Antes de su fallecimiento, Yoruga le pidió a Asaka e Hiruga que le prometieran que dejaría su pendiente junto al melocotonero en su tierra natal.
Habilidades[]
Como sus hermanos, Yoruga se especializó en kinjutsu estilo Haze. Su técnica personal fue una técnica de infiltración abnegada. Con él, podría convocar una puerta que fácilmente pasaría desapercibida cualquier barrera. También llevaba un tantō, insinuando habilidad en kenjutsu.